BREVES DATOS HISTORICOS
Desde hace muchos siglos, el territorio que ocupa Jacaltenango ha sido ocupado por el pueblo jakalteco, que se asentó inicialmente en el valle del río Huista. Según el gran historiador huehueteco Lic. Adrián Recinos, el dominio de los quichés llegó hasta esa zona, durante el reinado de Quicab el Grande (1425-1475), época en la que el pueblo quiché alcanzó su mayor poderío.
Según otro historiador, John Fox, el dominio quiché no llegó hasta el área jakaltekeca. Otros especialistas en la zona, como Oliver La Farge, sostienen que los Cuchumatanes fueron una barrera natural, que contribuyó al aislamiento de los jakaltecos, chujes y demás pueblos del área. Considera que el territorio al norte y al oeste de la cordillera estuvo dividido en uno o varios pequeños señoríos provinciales, donde una aristocracia nativa, sin grandes monumentos ni riquezas, vivía en una forma de vida muy simple. La Farge dice que la influencia de los quichés pudo llegar hasta el interior de los Cuchumatanes, pero que la zona jakalteca no tuvo mayores atractivos para los gobernantes quichés.
Después de la toma de Zaculeu por las fuerzas de Gonzalo de Alvarado, en octubre de 1825, el dominio español se extendió a todo el territorio de Huehuetenango. En agosto de 1528, Jacaltenango fue otorgado en encomienda al conquistador Gonzalo de Ovalle. En 1549 un hijo de Gonzalo de Ovalle continuaba recibiendo los beneficios de la encomienda, que contaba con 500 tributarios (unos 2,000 habitantes). Entre los tributos figuraban cantidades apreciables de maíz, fríjol, trigo, algodón, mantas, manteles, petates, gallinas, sal, miel, chile y servicios personales.
En 1549, en cumplimiento de una real cédula de 1540, los misioneros dominicos procedieron a reunir en "reducciones" o "pueblos de indios" a la población que vivía dispersa. entre los pueblos fundados ese año, según el cronista Fray Antonio de Remesal, aparece el pueblo de Jacaltenango.
Alrededor del año 1540, el obispo Francisco Marroquín asignó a los misioneros mercedarios el territorio que se conocía como "Área Mam". En 1567 fue fundado el convento de Jacaltenango, en donde permanecieron los mercedados hasta 1815. Por la época de la fundación del convento, dependían de Jacaltenango los pueblos de San Antonio y Santa Ana Huista, Petatán, San Martín y San Miguel Acatán.
El cronista Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, en su "Recordación Florida" (1690), señala que Jacaltenango era un lugar antiguo que había sido asiento de un cacique principal, pues aún en esa época los principales del pueblo eran muy conocidos y respetados. Contaba en ese entonces con 800 habitantes, que se dedicaban al cultivo de maíz y a la producción de hilados y tejidos. La gran diferencia de población entre 1549 y 1670 (época en la que Fuentes y Guzmán vivió en Huehuetenango) se explica por las grandes epidemias que azotaron la región de los Cuchumatanes, las que provocaron que, entre 1520 y 1680, la población se redujera de unos 260,000 habitantes a solamente 16,000.
En la relación de su visita pastoral de 1768 a 1770, el arzobispo Pedro Cortés y Larraz, anotó que el pueblo de Nuestra Señora de la Purificación de Jacaltenango, contaba con 1377 habitantes, que hablaban idioma popiti. Los principales productos eran el maíz, fríjol, Chile, bastante fruta, miel y algo de ganado.
Por el tiempo de la visita de Cortés y Larraz, Jacaltenango tenía como anexos los pueblos de Santa Ana Güista, San Antonio, Petatán, Concepción, San Marcos y San Andrés.
En la Descripción de la Provincia de Totonicapán, de Joseph Domingo Hidalgo, publicada en 1797, el autor informa que el pueblo de Purificación Jacaltenango, contaba con 267 tributarios (alrededor de 1100 habitantes), y que la principal actividad productiva era la crianza de cerdos. Refiere Hidalgo que entre 1795 y 1796, Jacaltenango y la zonas vecinas fueron azotadas por una epidemia de viruela, la cual se pudo detener gracias a la introducción del sistema de inoculación.
El 27 de septiembre de 1821 el pueblo y el Ayuntamiento de Jacaltenango juraron la independencia. El Ayuntamiento mandó colocar una columna con la inscripción: “Viva el 27 de septiembre de 1821. Primero de la independencia de Jacaltenango. Viva la libertad”.
La Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala, en decreto del 4 de noviembre de 1825, acordó la división del país en siete departamentos. Uno de ellos era el de Totonicapán, que estaba dividido en ocho distritos: Totonicapán, Momostenango, Nebaj, Huehuetenango, Malacatán, Soloma, Cuilco y Jacaltenango.
En la tabla que contiene la división del territorio del Estado de Guatemala para la administración de justicia, de 1836, aparecen los siguientes pueblos como integrantes del circuito de Jacaltenango: los Güistas, Concepción, Petatán, San Marcos, San Andrés, Acatán, Ishcau, Coatán, Soloma, Santa Eulalia, lstatán, Iscacao, Sajnabac, lshcau, Pashuano, Cactaví, Chaquial, Nentón, Caruncuntic, Tierra Negra, lo de Alvarado y Montenegro.
Según los datos del Censo de 1880, en ese año Jacaltenango contaba con 3,862 habitantes y sus principales productos eran el maíz, frijol, café y caña de azúcar, así como las maderas finas (ébano, guachipilín, caoba, guayacán y granadino). Funcionaban dos escuelas para niños.
Por acuerdo gubernativo del 11 de diciembre de 1935, fueron suprimidos los municipios de San Andrés Huista y San Marcos Huista y anexados como aldeas a Jacaltenango.
En 1955, según los datos del Censo de ese año, Jacaltenango contaba con 8,340 habitantes, de los cuales el 95% eran indígenas. Tenía servicio de agua potable (instalado en 1898), dos escuelas urbanas, un colegio privado y cinco escuelas rurales. En 1974 concluyeron los trabajos del tramo carretero que une a Jacaltenango con la cabecera departamental.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
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